Es el Respeto, irrespetuoso?

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 ¿Es el Respeto Irrespetuoso?

¿Es el Respeto igual a Indiferencia? El motivo de este título es porque cuando yo era muy joven leí Los diálogos de Platón. Leyendo este libro vi cómo Sócrates demostró a Platón un postulado u opinión que era muy evidente para Platón y que Sócrates decía que no lo sabía, pero que podrían discutirlo y razonarlo para saber la verdad, y así lo hicieron, pero razonando pudieron ver que a lo que estaba tan claro le dieron la vuelta y, después de un profundo razonamiento, se encontraron con otra realidad. Yo quisiera hablar del Respeto, sin embargo, no lo puedo hacer como Sócrates porque no estoy a su altura, pero sí quiero usar su sistema, su método, el de su razonamiento profundo, sobre esa palabra, y yo, para hacer un titular algo controvertido, le he llamado ¿Es el Respeto Irresponsable o irrespetuoso?

Todo el mundo sabe lo que es el Respeto, ¿no? Respeto a los hijos, a la esposa, al marido, etc. también podríamos ser respetuosos con el medio ambiente, las plantas, los animales, etc., sin embargo, de hecho, respetar es aceptar la opinión de otra persona aunque estemos o no de acuerdo con ella, porque un ejemplo grosso modo de ese respeto puede ser la democracia política, el respeto político hace que la democracia funcione, es decir, el respeto hace que ese equilibrio aguante la sociedad del mundo occidental que nosotros conocemos. Primero quiero aclarar que para mí el respeto es un sinónimo y nada más, lo que ocurre es que utilizamos mal la palabra respeto. Respeto puede ser también obediencia, pero ¿obediencia a qué? Ahí está su esencia, ¿a qué? Ahí está el significado tan grande, inmenso e intenso que tiene, las personas en este mundo donde vivimos inmersos entre civilizaciones, culturas, subculturas, naciones, regiones, pueblos, religiones, políticas, creencias, posturas, actitudes…, en fin, cada persona tiene una forma de ver la vida, ya sea la persona que tiene a uno o al otro lado, o parte opuesta del mundo. Aquí está la cuestión o la esencia, nosotros cuando hablamos utilizamos palabras que no siempre quieren decir lo mismo que lo que queremos decir (aquí iría muy bien el lenguaje numeral o matemático), desgraciadamente utilizamos una palabra cuando deberíamos utilizar otra. El Respeto es una manera de ver, experimentar, de convencimiento de una muy fuerte conducta que otra persona tiene y que esta está plenamente convencida y sin demostrar que esta conducta es correcta, pero la persona tiene esta convicción, y con esta conducta en relación con otra persona, que tiene o no tiene las mismas convicciones, la llama respeto. Por ejemplo, utilizamos respeto para decir que debemos llevarnos bien, no debemos confundir llevarnos bien con la gente con respeto, sino convivencia. El respeto, en esta instancia, es aceptar y estar de acuerdo aunque tú no lo estés, como por ejemplo una ley de tráfico, se respeta la velocidad de tráfico, el o una ley con la que puedes estar de acuerdo o no, pero que debes respetarla, porque así lo dice la autoridad, tanto si estás de acuerdo como si no, tienes que respetarla, y esto es obligarte a hacerlo. No pasa nada si vas por una autopista en la que no hay nadie, y hay un límite de velocidad de 120 km/h, y tú vas a 130 km. Bien, y ese respeto es otro, ¿no? Dar siempre la razón a la gente mayor, estemos o no de acuerdo con lo que ellos digan, es respeto, ¿no? Yo no estoy de acuerdo con esto, sí que estoy de acuerdo con mi respeto, que, si estoy en el autobús y hay una persona mayor o anciana, le daré mi asiento para que esa persona mayor pueda descansar, pero esto, aunque se utiliza la palabra respeto, no es respeto, es un sinónimo que en lugar de respeto sería educación o civismo, hay que tener cuidado con esta palabra. Leed esta reflexión, porque es muy interesante ver y entender cómo la palabra respeto es otra cosa a la que estamos acostumbrados, es otra vez un sinónimo. Muchas veces las palabras que utilizamos no son las adecuadas, y nos hacemos un lío, yo hago un análisis a mi modo y digo lo que yo pienso. Está claro que lo que yo pienso es correcto, si no, no lo escribiría, pero soy consciente de que no forzosamente tengo la razón, entonces estaría muy, pero que muy agradecido si alguna persona que no estuviera de acuerdo con mis teorías, y de esta manera llevar luz a unas nuevas y correctas teorías, sería fantástico que no respete lo que yo escribo y me rectificara para estar otra vez en buen camino.

Bien, vamos ahora al meollo de la cuestión, un padre o una madre aman mucho a su hijo, el chico, de 21 años, quiere dejar sus estudios porque quiere ir a vivir unos años a la India, los padres son gente de buena posición social y no les gusta que el hijo vaya de aventuras, ya que quieren que vaya a la universidad y tenga una carrera para así tener un buen futuro para su hijo, ¿deben respetar su decisión? ¿O deben demostrar su indiferencia como lo haría una persona que no conociera o amase al hijo? Una esposa le dice al marido que ha encontrado a un hombre joven, y que quiere la separación, ¿el hombre debe respetar la decisión de la mujer o debe decir que muy bien, que respeta la decisión y de esta manera mostrar una indiferencia que, además, es imposible de demostrar, ya que, si este hombre ama a su mujer, cuanto más cariño tenga a ella, le será más difícil? Está claro que existe una actitud que es hablar con los interesados y decirles que lo piensen y tratar de influenciar, esto hace que la palabra respeto se debilite, porque la palabra respeto es igual a indiferencia. Un hombre que ama a su mujer no es indiferente, y sus sentimientos están claramente perturbados por la situación, no puede respetar a su mujer. La situación sería muy distinta si el hombre no quisiera más a su mujer, o tuviera a otra mujer, entonces respetaría esa decisión. Unos padres ven que su hijo fuma y el niño es joven, tiene quince años, el padre le dice que fumar es malo para la salud y que no debería fumar, pero el hijo no hace caso de los padres y sigue fumando. Aquí tenemos otro ejemplo de respeto, ¿el padre debe respetar a su hijo? Pues yo creo que irá proporcionalmente al grado que los padres quieran a su hijo; cuanto más le quieran, menos respeto, y, si no le amaran, tendrían más respeto, aunque es muy difícil que unos padres no quieran a su hijo. Con este ejemplo podría discutirse que el niño es un menor y que no debe fumar, pero, aunque el niño tenga 18, 20, 30 años, sería la misma cosa, cuanto más quieres a una persona, más quieres lo mejor para ella, y si tú ves que aquello es malo o perjudicial para ellos, harás todo lo posible para influenciar con ellos, es decir, más cariño, menos respeto, y viceversa. Hoy se acepta ese respeto porque no se puede hacer otra cosa, puedes tratar de influenciar que sea como tú quieres y no como la otra persona quiera, pero puedes influir mientras estés dentro de la ley o de la jurisdicción actual. Estas situaciones son extremas, pero normalmente no sin escenas diariamente de respeto en casa, en el autobús, el trabajo, con los amigos. En toda nuestra vida cotidiana, es que estamos muy endurecidos, con esta palabra y realmente nos origina una conducta que podría ser represiva, nos reprimimos, constantemente hablando, de todo, por ejemplo, de fútbol, respetamos a quienes creen que Messi, o ese otro, que es lo que hace funcionar el Barça o los que son del Madrid. Nosotros tenemos nuestras ideas, que están claras y que son las mejores, las demás las respetamos porque son tonterías y no merecen que compartan las ideas, ya que casi siempre debemos discutir con ellos para que suban a nuestro carro, pero ahora estamos cansados y respetamos todo lo que ellos digan. Un ejemplo muy habitual: ¿en qué canal de TV debe verse cuando son seis en la familia?, ¿Quién debe reprimir y mostrar respeto? Son pequeñas conductas que pasan cada día, sin apenas darnos cuenta, sin embargo, es un dar y ceder de respeto, se mantiene una posición fuerte o no hacia el respeto. La verdad, sin embargo, es que cuando uno tiene o cree tener una visión clara de una conducta, concepto, principio, idea política, religiosa, y podría mencionar muchas más, es más difícil respetar la idea del interlocutor que sea diferente a la nuestra, y esta será inversamente proporcional al vínculo afectivo que tenga con este interlocutor. Si el vínculo con el interlocutor es superficial, el respeto será total, si el vínculo con el interlocutor es muy fuerte, el respeto será nulo, por tanto, el respeto es igual a indiferencia. No se puede decir a una persona con la que tienes lazos muy fuertes que tú no apruebas lo que hace esta persona aunque tú respetas su decisión, aunque sabes que esa decisión que tú respetas será la ruina de la persona que tú estimas, este respeto parece que no es coherente. Hay muchos momentos en los que la palabra respeto tiene un sentido, y es cuando hablamos de fútbol, de política, de mil temas de la sociedad. Nosotros tenemos las ideas que tenemos, y queremos que todas las personas piensen como nosotros, porque nosotros somos nosotros, y lo que pensamos hoy es la verdad dogmática, aunque mañana ya habremos cambiado de criterio, porque así es la vida. Este respeto es lo que regula la sociedad, porque no podemos estar discutiendo todo el tiempo desde que nos levantamos de la cama hasta que vamos a dormir. Entonces ese respeto que llamamos indiferencia se va regulando automáticamente según se acepta la persona, o es un vínculo familiar, o una amistad, o simplemente un feeling, esto hará que el tiempo de discusión y acaloramiento sea más corto o más largo. El respeto es lo que regula nuestra vida cotidiana y también podríamos decir que regula nuestra democracia, y ahora yo te digo, tú puedes respetarme si estás de acuerdo conmigo, con todo lo que yo estoy aquí escribiendo, aunque no sería respeto, sería estar de acuerdo, pero, si tú no estás de acuerdo conmigo, entonces no debes respetarme. De esta manera, puedes hacer dos cosas, o intentar rebatir mi argumento o no decir nada, si no haces nada, quieres decir esto, tu indiferencia, porque nada te importa, y eso refuerza mi teoría, que lo contrario de respeto es indiferencia. A mí realmente el respeto que me interesa es cuando los vínculos son fuertes, aunque las leyes que lo regulan sean las mismas en las que están en ambos casos.

Resumiendo, a más respeto, más indiferencia, y aceptar esto no siempre es fácil. Lo contrario de amor no es odio, es indiferencia.

 

 

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