El problema de la Eternidad

enric@enricgine.cat

El problema de la Eternidad

Siempre, desde muy joven, he tenido problemas metafísicos que me han atormentado hasta nuestros días. La existencia de Dios y la eternidad han sido dos de ellos, pero quizás mucho más importante que la existencia de Dios ha sido el problema de la eternidad, ya que este está muy conectado con el tiempo, y ¿Qué es el tiempo? El tiempo no existe, es una invención del hombre, y ahora existe porque el hombre lo ha creado.

Aunque la vida y la eternidad parece que son muy diferentes, casi opuestas, pues no obstante, podrían estar muy relacionadas, la vida no es eterna, y la eternidad es trocitos de unidades de vida. Cuando en el universo no haya vida, entonces no existirá la eternidad, porque no habrá un observador, y con él no existirá el tiempo.

El tiempo es la duración entre dos puntos en el espacio desde un observador. Mi incapacidad para comprender la palabra y el contenido de eternidad me han dejado muchas noches en blanco, y no había noche que, cuando iba a la cama, no pensaba en ella y en cómo sería el mundo o la vida en el Universo dentro de millones de años luz.

Imagínate que un colibrí que vive en la costa californiana, y cada 1000 millones de años luz va volando al monte Everest, allí afila su pico con dos golpes, uno a la izquierda y otro a la derecha, y vuelve a la costa californiana y de nuevo vuelve a volar hacia el Everest, después de 1000 millones de años luz, y así sucesivamente hasta que el monte Everest se haya gastado completamente. Pues ¡esto sería solamente un segundo de la eternidad! Es quizás una historia para niños, pero, en cambio, no es exagerada.

Ese problema me perseguía, y buscaba respuestas a unas preguntas que yo no era capaz de encontrar. Al fin encontré un principio estratégico que fue una respuesta muy factual, o sea, si la eternidad es eterna, y no tiene principio ni fin, esto es un postulado que acepté, pero ¿Cómo es de larga la eternidad? La eternidad es eterna o, dicho de otro modo, la longitud de la eternidad debe ser por lo menos tan larga como de aquí al principio de la eternidad, y tan larga como de aquí al final, ¿no? Bien, esto abrió otro postulado; ya tenemos unos números para trabajar, ya tenemos algo. Bueno, ¿Dónde estamos ahora? ¿En qué kilómetro estamos de la eternidad, dónde topográficamente?

Bien, aquí sí descubrí una respuesta, o al menos me lo ha parecido a mí. La respuesta es «en un camino que no tiene principio ni fin», y, si así es, yo debo estar en medio del camino, por lo que todos nosotros estamos totalmente en medio de la eternidad, el problema es que no puedes medir el principio ni tampoco al final, y el porqué de esta teoría se puede comparar con un día de niebla, en un valle o explanada, donde tú estás en un sitio, ante ti ves un horizonte lejano o cercano, depende de si hay poca o mucha niebla, y, si miras atrás, la distancia es exactamente la misma que si miras al lado, tanto a izquierda como a derecha, siempre estarás en medio, y en el horizonte de la niebla será como un círculo, tú siempre estarás a mitad de este camino por mucho que camines hacia adelante o atrás, a izquierda o derecha. Esto también abre otra hipótesis, y es que el universo es redondo, ¿no? ¿Por qué? Porque la estrategia es la misma; por muy adelante que camines (al igual que un día de niebla), siempre estarás en el centro de tu mundo, de tu camino eterno, el universo, con la particularidad de que tendrás la misma distancia tanto delante como atrás, tanto a la derecha como a la izquierda, es decir, un círculo; si te desplazas un metro a la izquierda, estarás en el centro; si te desplazas 1000 millones de años luz adelante, o atrás, o a la izquierda, siempre estarás en el mismo sitio, exactamente en el centro. Cuando leí la teoría de que el Universo es curvado, se me puso la piel de gallina por esta teoría mía de que el Universo es un círculo, y que además no tiene nada de científica, sino todo lo contrario, parecía tener una conexión.

La idea de saber cómo será nuestro planeta dentro de 50 años quizá sea predecible, incluso quizás también dentro de 100 años, pero, si decimos 500 años o 5000 años, empieza ya a entrar en un terreno fuera de control. Nuestra civilización empezó hace 16 000 años, no es mucho tiempo, sin embargo, cuando hablamos de 100.000 o 1000 millones o 1000 billones de años luz el panorama es distinto, el Sol puede que ya no arroje luz, o no exista, y la Tierra quizá no tenga atmósfera, o quizás tampoco exista, no habrá agua en el mar, y no habrá vida, nosotros ya no existiremos. Si el Omnipotente nos hubiera hecho eternos, ahora tú estarías sentado en una silla, viendo un planeta sin vida, oscuro, desolado, al igual que Marte, u otro planeta, y eso solo sería un segundo de la eternidad, sin nosotros y sin la silla, y ese día llegará, queramos o no, pero lo más importante es que el tiempo es eterno y no se detendrá, continuará miles de millones años luz, el colibrí hará ya millones y millones de años luz que habrá gastado el Everest, y todo seguirá igual, impasible, sin embargo, sin nosotros. Quizás el planeta Tierra no existirá, no habrá guerras ni conquistas ni crímenes ni maldades ni bondades ni poesía, sin esfuerzos humanos, todo continuará igual que en ese momento que escribo estas tonterías, todo seguirá igual, y en el mejor o peor de los casos, nunca se acabará, porque la eternidad no tiene final, igual que no ha tenido principio. La eternidad es decir adiós a tus hijos, esposa, hermanos, familia, amigos y pensar que nunca, pero nunca más volverás a verlos y que tú tampoco nunca volverás a ver un amanecer o una sonrisa de tu hijo o hija ni besarás a tu mujer ni olerás el aroma de una rosa ni oirás el canto de un pájaro. Yo también tengo la esperanza de que haya un Ser Todopoderoso, pero ¿cambia esto algo? Un dios… ¿Qué haremos durante toda una eternidad? Y aún un poco más, porque cuando acabe esa eternidad vendrá otra, porque no hay una pared o un letrero que diga: «Final de la eternidad», y detrás de la pared vendrá más eternidad, porque la eternidad es infinita. Nuestra única oportunidad es Dios, yo no tengo idea de lo que es la eternidad. Para mí es el mayor problema metafísico de la humanidad. Quizás un dios omnipotente tenga la solución a mi problema, es como si una hormiga pudiera entender una ecuación matemática, sea sencilla o complicada, es imposible, lo mismo podría pasar con Dios, un problema muy complicado para mí podría ser una tontería para un Omnipotente.

 

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el enlace permanente.