El lenguaje Numeral o Matemático

enric@enricgine.cat

El lenguaje es una forma de comunicarse y es lo que hace que los humanos sean racionales, porque a través de él se pueden acu mular experiencias para las futuras generaciones. Un humano de antes tenía la ciencia que le había proporcionado el lenguaje de aquel tiempo, al igual que hoy, cuando hablamos de científicos, matemáticos, ganaderos o agricultores, etc., tienen la ciencia que les ha proporcionado el lenguaje a través de la época que sea, pero lo importante es la acumulación de saber del individuo, porque la acumulación de sabiduría no es solamente a título individual, sino también para la persona que tiene el lenguaje apropiado. Por ejemplo, en la construcción de una nave espacial solo entrarán quienes tengan el mismo lenguaje, un agricultor u otro profesional no podrían entrar con ese lenguaje, pero sí podrán entrar en los que tengan la misma información o lenguaje, y este tal como digo es un medio de progreso, ya que la acumulación de saber en las generaciones futuras de las experiencias anteriores hace cada vez más que sea un medio multiplicador de ciencia y experiencia, y así obviamente se transmite directamente, de esta tribu, pueblo, civilización o cultura. La diferencia entre una persona y un animal es precisamente esta, el lenguaje, un pájaro u otro animal hacen su nido al igual que hace miles de años, ¿y eso por qué?

Pues por el lenguaje, el animal no ha progresado a consecuencia del lenguaje, ya que no acumulan las experiencias vividas, y precisamente esta acumulación de saber y experiencias hace que el humano tenga un progreso a través de la acumulación de las experiencias humanas. Bien, pero el lenguaje son muchas cosas, también es muy importante esto que he dicho de un acumulador de ciencias y experiencias, pero tampoco debemos olvidar que, además de todo esto, es también el lenguaje un comunicador muy importante, dejando fuera la característica de acumulación de ciencia, por ejemplo, cuando hablamos con una persona, que queremos comunicar una conducta o queremos contarle algo, una idea, o queremos que nos explique algo, es una comunicación bidireccional, según lo que yo diga, mi interlocutor dirá una respuesta, un input causará un output, y esa comunicación es muy compleja. Uno puede preguntar algo y la respuesta no está necesariamente a simple vista, ya que puede tener una conexión con la pregunta o al menos una relación o algo que ver, pero está claro que, si tú preguntas algo, la respuesta debe tener una conexión con la pregunta, y así es el lenguaje de hoy, puede ser poco claro, poco conciso y algunas veces marrullero, pero no siempre es así. El lenguaje escrito es mucho más claro y conciso, y los mensajes que se realizan con la escritura son mucho más claros. La comunicación escrita es mucho más lenta y no tan flexible como la verbal, hoy el lenguaje es algo más complejo porque el lenguaje ha ido siguiendo paralelamente con la tecnología, y así ha significado que existen otros medios de lenguaje que tienen una relevancia mastodóntica con la comunicación. Bien, yo no estoy más interesado en la comunicación del lenguaje, no es que esté interesado, no solo en él, pero es que de lo que quiero hablar aquí es del lenguaje verbal. Bien, la importancia de los lenguajes es como he dicho la de que nos hacen racionales, sin embargo, el lenguaje todavía está en un estado muy primitivo y poco desarrollado, y en ocasiones no tiene sentido. Hay un refrán castellano que dice: «Cuando digo digo, digo Diego», es cuando quieres decir algo pero no dices nada, es algo pícaro o marrullero. Bien, así es el lenguaje, algunas veces, se puede estar dos horas hablando sin decir nada, una persona puede estar hablando mucho rato y tú puedes seguir la conversación, sin comprometerte con nada, e incluso, si quieres, no hace falta ni escucharlo, solo mirando la boca del interlocutor, cuando esta se cierra, tú puedes decir «Sí» o «No», «Hombre, no me digas», «No me fastidies», «Es  verdad», «Caramba», «Ostras», etc. No hace falta que abras la boca, un suspiro o algo así. Seguro que tú has experimentado o vivido esto, ¿no?, porque es algo que ocurre todos los días. Yo creo que es muy importante que cuando uno dice «sí» es que es , y cuando dice «no», es que es no. En el día de hoy, el lenguaje es muy indefinido, no siempre queremos comprometernos, además, es muy marrullero, y si cuando uno dice un postulado no siempre dice lo que uno piensa, de esta forma siempre podemos decir que no era esto, sino que era otra cosa; de esta forma el lenguaje no es una ciencia exacta. La vida en nuestro planeta es muy compleja y solo se puede contar con la ciencia, y también con la filosofía y la poesía, en la conducta, la filosofía explica el entramado complicado de la vida de una forma sencilla,  la poesía describe los momentos o sentimientos de la vida, la filosofía describe por lo general lo que es complicado o difícil con el lenguaje, y la poesía es el detalle o sentimientos de la vida, es la revelación de la misma vida explicada a través de un lenguaje allí donde el lenguaje tiene otro significado. La Filosofía y la poesía tienen mucho en común, ambas usan el lenguaje, pero muy distinto. Bien, no es mi intención entrar ni en la Filosofía ni en la Poesía, sino todo lo contrario, un lenguaje nuevo, frío, no filosófico, y tampoco poético, sin embargo, conciso, que se puede contar con él, porque dice lo que uno piensa sin prejuicio alguno. Es algo complicado al principio, pero es muy revolucionario, y creo que puede venir para quedarse aquí. Mi problema es que dos personas que han estado hablando y han quedado en algo, pero después el resultado es que no era como ellos habían hablado, y aunque lo hubieran grabado con un magnetofón, en el resultado hubiera sido lo mismo, y esto es por que, cuando una persona habla, aunque él cree que el lenguaje que él ha usado ha sido muy concreto, no ha sido así, y es por eso porque el lenguaje es muy objetivo y tendencioso, aunque digamos algo que nosotros pensamos que es muy concreto. Lo que puede ser concreto para una persona, puede ser diferente para otra persona, cuando decimos «sí» o afirmamos algo, podemos decir que sí o podemos hacer un gesto con la cabeza, o decir otra palabra que puede entenderse como sí, pero no necesariamente significa ‘sí’. Si es negativa, podemos decir que no, o decir alguna palabra que sugiera la negatividad de la negación. Sin embargo, de todas formas, el «sí» o el «no» no son absolutos, el lenguaje busca una solución muchas veces no para el interlocutor, sino para sí mismo, para poder mitigar estos efectos y poder aclarar, concretar nuestras ideas para que no se puedan tergiversar. Debemos hacer una ciencia más exacta: la idea sería numérica, matematizar o digitalizar el lenguaje. Y como este trabajo, yo puedo decir que es un trabajo muy exhaustivo, porque es muy complejo y se necesitaría al menos una o varias cátedras de universidades, de gramática, filosofía y letras, y una o varias universidades de telecomunicaciones, todas bien unidas para realizar este proyecto, donde podría estar involucrado todo el alumnado. Pero la idea es muy interesante y sería muy constructiva, puesto que se podría hacer un lenguaje muy exacto, abriría la posibilidad de una traducción de todos los idiomas instantáneamente, no solo de uno, sino de todos los idiomas existentes. Bien, empezaremos con la idea, que realmente es muy sencilla. Cuando decimos «sí», esto es una afirmación y a esta palabra le daremos el valor matemático de, por ejemplo, 100, si hacemos una negación, por ejemplo, decimos «no», le daremos un valor de 200. El valor «sí», 100, sería un valor que sería representativo para todos los idiomas, chino, japonés…, para todos los idiomas del mundo sería un 100 para «sí» y un 200 para el «no». Bien, un valor numérico, el lenguaje es tal y como he dicho muy flexible y tendencioso por el comunicador verbal, aquí no, aquí sería exacto, y también mejor, pero más claro y escueto, para hacer el lenguaje numérico más cercano al verbal, sin embargo, nunca engañoso ni tendencioso. Por ejemplo, puede darse que una persona comunique con un «sí» contundente y otra con un «sí» no tan contundente; semánticamente no hay mucha diferencia entre estos dos síes y aquí es cuando la comunicación verbal nos engaña y nos traiciona, por que para la persona no hay más que un «sí». Con el Lenguaje Numeral o Matemático, que yo le digo desde ahora LNM, dijimos que el «sí» tiene un valor de 100, esto sería la afirmación máxima o el valor máximo a una afirmación. La afirmación podría tener cinco valores, por ejemplo, 100, 99, 98, 97 y 96, don de el 96 sería un «sí», pero con una afirmación débil, y el 100 con una afirmación fuerte. Aquí podríamos decir que hay veces que decimos una afirmación de «bueno», o cuanto más bueno, decimos otras frases que quieren decir un superlativo, como, en vez de «bueno», decimos «de narices», o cuanto más bueno, procuramos decir una palabrota aún peor solamente para aumentar el significado de bueno. Entonces, si la palabra bueno tuviera un valor de por ejemplo 300, se podría bajar el valor o subir según el criterio de la conversación. Otro ejemplo es qué significan hola o adiós o buenos díasHola es una introducción de diálogo, ¿no? Le podríamos dar un número, ¿no? Adiós es el final de una con versación, sin embargo, también podría ser cuando saludas a una persona en la calle y no inicias una conversación; también, en lugar de «adiós», podrías decir «buenos días».

Es una estupidez decir una palabrota cuyo significado es un superlativo, como «Esto es de narices». Lo mismo también decimos una palabrota, o «Hago esto porque me sale de las narices» o de otro sitio… Bien, podría estar horas diciendo cosas así.

Bien, toda mi idea es en base a esto, dar un valor numérico o digital a una palabra, y quizás más tarde a una frase, para así poder concretar el lenguaje y poder industrializarlo. Es una tarea muy difícil concretar una idea cuando hay que hacer un acuerdo internacional entre idiomas, es enormemente difícil poder sintetizar un acuerdo de estas características. También el LNM, el lenguaje numeral, nunca se podría usar verbalmente, es imposible, debe ir acompañado de un traductor digital, y no podría usarse para hablar con una persona. Quizás sería útil este aparato para comunicarse con una persona que habla un idioma diferente. ¿Imagináis a los políticos que utilizan un lenguaje sucio que no dice nada, que no tiene ningún contenido? Sería una buena tarea esclarecer el lenguaje, decir las cosas con la semántica exacta o el número exacto que un aparato digital podría traducir y obligaría al que envía el mensaje a decir la verdad de lo que piensa.

 

 

 

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el enlace permanente.